Wool, el libro de suspenso postapocalíptico de Hugh Howey, ha vendido más de medio millón de copias en su versión en inglés y ha generado más de 5.260 reseñas en Amazon. El autor ha acumulado más de US$1 millón en regalías y vendió los derechos cinematográficos al productor de Alien, Ridley Scott.
Todo esto antes de que la editorial Simon & Schuster haya siquiera publicado el libro en formato impreso.
En un acuerdo altamente inusual, Simon & Schuster adquirió los derechos de publicación impresa de Wool, mientras que Howey retuvo los derechos electrónicos de la novela. El autor publicó por cuenta propia el libro como una serie en 2011 y adoptó una posición poco común en el mundo editorial al rehusarse a vender los derechos digitales. El año pasado, rechazó varias ofertas millonarias de editoriales antes de llegar a un acuerdo de alrededor de medio millón de dólares con Simon & Schuster.
Josh Ritchie for The Wall Street Journal
Hugh Howey en su casa en Jupiter, estado de Florida.
"Ya había ganado una cifra de siete dígitos por mi cuenta, así que fue fácil rechazar acuerdos", dice Howey, de 37 años, quien no terminó la universidad y trabajó como capitán de yate, obrero y vendedor de libros antes de empezar a publicar sus trabajos.
Es una señal de cuánto se ha inclinado la balanza de poder a favor de los autores en el mundo editorial digital. El año pasado, los títulos publicados por sus propios autores constituyeron 25% de los libros en inglés más vendidos en Amazon. Cuatro autores independientes han vendido más de un millón de copias para el Kindle y 23 han superado los 250.000 ejemplares, según Amazon.
Las casas editoriales que en el pasado ignoraron a los autores independientes están ahora cortejándolos activamente. En el último año, más de 60 escritores independientes han alcanzado acuerdos con editoriales tradicionales. Varios obtuvieron adelantos de más de US$1 millón. Un pequeño grupo ha negociado pactos que le permiten seguir vendiendo títulos electrónicos por su cuenta, incluyendo las escritoras de novelas de romance Bella Andre y Colleen Hoover, quienes han vendido cada una más de un millón de copias de sus libros.
Los acuerdos que incluyen sólo los derechos impresos siguen siendo extremadamente raros. Pocas editoriales están dispuestas a desprenderse del segmento de más rápido crecimiento en la industria. Las ventas de libros electrónicos de ficción y no ficción para adultos crecieron en Estados Unidos 36% en los tres primeros trimestres de 2012, comparado con el año previo. Las ventas de libros impresos de bolsillo cayeron 17% en el mismo período, mientras que las de ediciones de tapa dura declinaron 2,4%, de acuerdo con un reciente informe de la Asociación de Editoriales Estadounidenses.
Observadores de la industria están pendientes de cómo resulta el experimento con Wool, que salió a la venta en EE.UU. el 12 de marzo en edición de bolsillo y de tapa dura, a US$15 y US$26 respectivamente. Estos formatos competirán con el digital, de US$5,99.
"Habríamos preferido tener todos los derechos, pero eso no iba a suceder", reconoce Jonathan Karp, presidente y editor de Simon & Schuster. "Fue una circunstancia muy inusual".
Wool se convirtió en un éxito viral hace un año, pocos meses después de que Howey empezara a publicar la serie de cinco partes en Amazon. La novela tiene lugar en un futuro postapocalíptico donde unos pocos miles de humanos sobrevivientes se refugian en un silo subterráneo de 144 pisos. Las parejas que quieren tener hijos tienen que participar en una lotería, cuyos boletos son distribuidos sólo cuando alguien muere. Los ciudadanos que violan la ley son enviados al mundo exterior, donde mueren asfixiados por el aire tóxico. Aquellos que son condenados a muerte son obligados a limpiar la mugre de los sensores digitales que transmiten a una pantalla en el silo imágenes granuladas del paisaje exterior en ruinas. El objetivo de las imágenes es recordarles a los residentes que el mundo más allá del silo es mortal, pero algunos empiezan a sospechar que sus líderes están mintiendo sobre lo que hay en el exterior y la forma en la que se arruinó el mundo.
Howey dice que un día estaba viendo noticias en un canal de cable cuando se le ocurrió la idea de un futuro en el que la gente obtiene toda su información de una pantalla única y poco confiable.
Wool llegó al mercado justo cuando la industria del entretenimiento buscaba un éxito con una historia de distopía de alto nivel como la trilogía Los juegos del hambre, de Suzanne Collins, o la novela de vampiros postapocalíptica El pasaje, de Justin Cronin.
El formato en serie ayudó a generar expectativa entre los lectores ávidos que se desesperaban por la siguiente entrega, mientras que el precio de 99 centavos de dólar hizo que cada parte fuera fácil de comprar impulsivamente. En 2012, Wool fue el libro con reseñas más favorables en Amazon, con una calificación promedio de 4,8 estrellas de cinco. La novela parece atraer tanto a hombres como a mujeres y ha cautivado a seguidores acérrimos de la ciencia ficción, así como lectores generales, muy al estilo de Los juegos del hambre.
Howey da la impresión de ser encantador y alguien que no teme burlarse de sí mismo, pero ha dado muestras de ser un negociador salvaje y un promotor ingenioso. Envió copias gratis de Wool a blogueros literarios y críticos de Goodreads, una red social para lectores ávidos.
Las primeras reseñas positivas llevaron a que más gente leyera el libro y los comentarios a favor crecieron como una bola de nieve. Wool tiene ahora más de 12.500 calificaciones y cerca de 2.200 reseñas en Goodreads. El autor fue anfitrión de una sesión de Ask Me Anything en el popular sitio web Reddit en el que durante más de 12 horas respondió preguntas de los usuarios. Howey respalda animadamente arte e historias de fanáticos relacionados con el universo de Wool. Sus lectores han diseñado carátulas de los libros y han escrito sus propias mini novelas sobre la historia. Reclutó a 30 de sus seguidores más ardientes y los nombró lectores "beta", con la función de leer y editar gratis borradores de sus libros.
El origen
Hace unos cuatro años, desempleado y con problemas económicos, Howey, que de adolescente devoraba libros de ciencia ficción, decidió intentar escribir sus propias historias. Su primera novela, Molly Fyde, vendió muy pocas copias. El autor no tiró la toalla. Tras conseguir un trabajo en una librería universitaria, siguió escribiendo en la madrugada y durante las horas de almuerzo.
Wool empezó como una historia corta que Howey armó en tres semanas. En julio de 2011, la publicó en Amazon por 99 centavos. La historia vendió 1.000 copias en tres meses, lo cual sorprendió al autor y le ayudó a pagar algunas cuentas pendientes.
Los lectores le suplicaron que escribiera una continuación y en noviembre Howey publicó una segunda parte. Ese mes vendió más de 3.000 copias. En diciembre, publicó otras dos entregas y en total vendió cerca de 10.000 copias. En enero de 2012, publicó la última entrega, por US$2,99, y una edición de las cinco partes en un solo volumen por US$5,99. Ese mes vendió 23.000 copias de todas las ediciones. Wool llegó a la lista de los libros de ciencia ficción más vendidos en Amazon y Howey renunció a su trabajo.
Los agentes literarios y ofertas de cine y televisión empezaron a golpear en su puerta. La mayoría quería subastar los derechos impresos y digitales, pero el autor no estaba interesado. Una agente, Kristin Nelson, estaba de acuerdo con su postura y le ofreció ayudarlo con los derechos internacionales y para cine y TV. Hasta ahora, Wool ha vendido los derechos para 24 países. La novela será publicada en América Latina en septiembre de este año por Minotauro, de la editorial Planeta. El estudio 20th Century Fox y Ridley Scott ganaron los derechos para la pantalla grande.
Con estos acuerdos en el bolsillo, el autor, que estaba ganando US$120.000 al mes con sus autopublicaciones, se reunió con cinco casas editoriales en Nueva York, pero sólo la reunión con Karp, de Simon & Schuster, mostró potencial. Howey reiteró que quería un acuerdo coeditorial, bajo el cual él mantenía los derechos digitales. Karp no se comprometió, pero dijo que estaría en contacto.
Durante las vacaciones de mitad de año, las ventas de la serie se dispararon. A fines del año pasado, Karp ofreció un acuerdo que cubría sólo la edición impresa. Simon & Schuster tiene ahora que transformar un éxito digital (Howey vende unas 50.000 copias al mes) en un éxito de impresión tradicional.
Hugh Howey en su casa en Jupiter, estado de Florida.
"Ya había ganado una cifra de siete dígitos por mi cuenta, así que fue fácil rechazar acuerdos", dice Howey, de 37 años, quien no terminó la universidad y trabajó como capitán de yate, obrero y vendedor de libros antes de empezar a publicar sus trabajos.
Es una señal de cuánto se ha inclinado la balanza de poder a favor de los autores en el mundo editorial digital. El año pasado, los títulos publicados por sus propios autores constituyeron 25% de los libros en inglés más vendidos en Amazon. Cuatro autores independientes han vendido más de un millón de copias para el Kindle y 23 han superado los 250.000 ejemplares, según Amazon.
Las casas editoriales que en el pasado ignoraron a los autores independientes están ahora cortejándolos activamente. En el último año, más de 60 escritores independientes han alcanzado acuerdos con editoriales tradicionales. Varios obtuvieron adelantos de más de US$1 millón. Un pequeño grupo ha negociado pactos que le permiten seguir vendiendo títulos electrónicos por su cuenta, incluyendo las escritoras de novelas de romance Bella Andre y Colleen Hoover, quienes han vendido cada una más de un millón de copias de sus libros.
Los acuerdos que incluyen sólo los derechos impresos siguen siendo extremadamente raros. Pocas editoriales están dispuestas a desprenderse del segmento de más rápido crecimiento en la industria. Las ventas de libros electrónicos de ficción y no ficción para adultos crecieron en Estados Unidos 36% en los tres primeros trimestres de 2012, comparado con el año previo. Las ventas de libros impresos de bolsillo cayeron 17% en el mismo período, mientras que las de ediciones de tapa dura declinaron 2,4%, de acuerdo con un reciente informe de la Asociación de Editoriales Estadounidenses.
Observadores de la industria están pendientes de cómo resulta el experimento con Wool, que salió a la venta en EE.UU. el 12 de marzo en edición de bolsillo y de tapa dura, a US$15 y US$26 respectivamente. Estos formatos competirán con el digital, de US$5,99.
"Habríamos preferido tener todos los derechos, pero eso no iba a suceder", reconoce Jonathan Karp, presidente y editor de Simon & Schuster. "Fue una circunstancia muy inusual".
Wool se convirtió en un éxito viral hace un año, pocos meses después de que Howey empezara a publicar la serie de cinco partes en Amazon. La novela tiene lugar en un futuro postapocalíptico donde unos pocos miles de humanos sobrevivientes se refugian en un silo subterráneo de 144 pisos. Las parejas que quieren tener hijos tienen que participar en una lotería, cuyos boletos son distribuidos sólo cuando alguien muere. Los ciudadanos que violan la ley son enviados al mundo exterior, donde mueren asfixiados por el aire tóxico. Aquellos que son condenados a muerte son obligados a limpiar la mugre de los sensores digitales que transmiten a una pantalla en el silo imágenes granuladas del paisaje exterior en ruinas. El objetivo de las imágenes es recordarles a los residentes que el mundo más allá del silo es mortal, pero algunos empiezan a sospechar que sus líderes están mintiendo sobre lo que hay en el exterior y la forma en la que se arruinó el mundo.
Howey dice que un día estaba viendo noticias en un canal de cable cuando se le ocurrió la idea de un futuro en el que la gente obtiene toda su información de una pantalla única y poco confiable.
Wool llegó al mercado justo cuando la industria del entretenimiento buscaba un éxito con una historia de distopía de alto nivel como la trilogía Los juegos del hambre, de Suzanne Collins, o la novela de vampiros postapocalíptica El pasaje, de Justin Cronin.
El formato en serie ayudó a generar expectativa entre los lectores ávidos que se desesperaban por la siguiente entrega, mientras que el precio de 99 centavos de dólar hizo que cada parte fuera fácil de comprar impulsivamente. En 2012, Wool fue el libro con reseñas más favorables en Amazon, con una calificación promedio de 4,8 estrellas de cinco. La novela parece atraer tanto a hombres como a mujeres y ha cautivado a seguidores acérrimos de la ciencia ficción, así como lectores generales, muy al estilo de Los juegos del hambre.
Howey da la impresión de ser encantador y alguien que no teme burlarse de sí mismo, pero ha dado muestras de ser un negociador salvaje y un promotor ingenioso. Envió copias gratis de Wool a blogueros literarios y críticos de Goodreads, una red social para lectores ávidos.
Las primeras reseñas positivas llevaron a que más gente leyera el libro y los comentarios a favor crecieron como una bola de nieve. Wool tiene ahora más de 12.500 calificaciones y cerca de 2.200 reseñas en Goodreads. El autor fue anfitrión de una sesión de Ask Me Anything en el popular sitio web Reddit en el que durante más de 12 horas respondió preguntas de los usuarios. Howey respalda animadamente arte e historias de fanáticos relacionados con el universo de Wool. Sus lectores han diseñado carátulas de los libros y han escrito sus propias mini novelas sobre la historia. Reclutó a 30 de sus seguidores más ardientes y los nombró lectores "beta", con la función de leer y editar gratis borradores de sus libros.
El origen
Hace unos cuatro años, desempleado y con problemas económicos, Howey, que de adolescente devoraba libros de ciencia ficción, decidió intentar escribir sus propias historias. Su primera novela, Molly Fyde, vendió muy pocas copias. El autor no tiró la toalla. Tras conseguir un trabajo en una librería universitaria, siguió escribiendo en la madrugada y durante las horas de almuerzo.
Wool empezó como una historia corta que Howey armó en tres semanas. En julio de 2011, la publicó en Amazon por 99 centavos. La historia vendió 1.000 copias en tres meses, lo cual sorprendió al autor y le ayudó a pagar algunas cuentas pendientes.
Los lectores le suplicaron que escribiera una continuación y en noviembre Howey publicó una segunda parte. Ese mes vendió más de 3.000 copias. En diciembre, publicó otras dos entregas y en total vendió cerca de 10.000 copias. En enero de 2012, publicó la última entrega, por US$2,99, y una edición de las cinco partes en un solo volumen por US$5,99. Ese mes vendió 23.000 copias de todas las ediciones. Wool llegó a la lista de los libros de ciencia ficción más vendidos en Amazon y Howey renunció a su trabajo.
Los agentes literarios y ofertas de cine y televisión empezaron a golpear en su puerta. La mayoría quería subastar los derechos impresos y digitales, pero el autor no estaba interesado. Una agente, Kristin Nelson, estaba de acuerdo con su postura y le ofreció ayudarlo con los derechos internacionales y para cine y TV. Hasta ahora, Wool ha vendido los derechos para 24 países. La novela será publicada en América Latina en septiembre de este año por Minotauro, de la editorial Planeta. El estudio 20th Century Fox y Ridley Scott ganaron los derechos para la pantalla grande.
Con estos acuerdos en el bolsillo, el autor, que estaba ganando US$120.000 al mes con sus autopublicaciones, se reunió con cinco casas editoriales en Nueva York, pero sólo la reunión con Karp, de Simon & Schuster, mostró potencial. Howey reiteró que quería un acuerdo coeditorial, bajo el cual él mantenía los derechos digitales. Karp no se comprometió, pero dijo que estaría en contacto.
Durante las vacaciones de mitad de año, las ventas de la serie se dispararon. A fines del año pasado, Karp ofreció un acuerdo que cubría sólo la edición impresa. Simon & Schuster tiene ahora que transformar un éxito digital (Howey vende unas 50.000 copias al mes) en un éxito de impresión tradicional.
Fuente: http://online.wsj.com
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